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Cuando la costura se complica

¡No pierdas la paciencia! Sí, a veces todo se atasca. La máquina hace puntadas extrañas, cosemos del derecho al revés, la bobina se termina en medio de una costura delicada. Es bastante desalentador cuando sucede así.

Lo que hago en esos casos es tomar un descanso y reflexionar. ¿Es grave si no termino este proyecto hoy? ¿Y qué pasa si no lo termino? Quizás la urgencia me está empujando a tomar atajos equivocados. Quiero terminar rápido y pienso que saltarme el planchar o no hilvanar me ahorrará tiempo. A veces, al contrario, es completamente lo opuesto y cuando paso la máquina, queda mal hecho, hay pliegues y tengo que descoser. ¡Qué pesadilla!

Y tú, ¿qué pasa si no lo terminas? ¿Te vas a sentir enojada? ¿Decepcionada? ¿Triste? Quizás al terminarlo en la próxima sesión, estará más pulido y te sentirás aún más orgullosa. Más satisfecha de haber hecho mejor que bajo presión, de haber sabido escucharte y tomarte el tiempo para cuidar tus emociones, de haber sabido adaptar tu producción y haber dado un paso hacia la resiliencia.

No es fácil aceptar que un proyecto dure más de lo esperado. Y sin embargo, soltar esto es como un respiro de aire fresco cuando lo recibimos con amabilidad. No rendirse, solo aceptar que la vida nos está dando una pequeña lección.

Superado este obstáculo, reviso mis objetivos a la baja hacia uno más realista. Y a menudo, logro alcanzarlos. ¿El aprendizaje?

  • Bajo presión, presto menos atención a los detalles y corro el riesgo de cometer errores. Para evitar todo esto, es mejor tomar el tiempo necesario.
  • Con un poco de suerte, pude enfrentarme a un mal funcionamiento de la máquina de coser y ahora sé cómo usarla aún mejor.
  • Estar frustrado está bien, siempre y cuando no permitas que ese sentimiento te bloquee. Aceptar tu fracaso para superarlo mejor, aceptar tus emociones desagradables para pasar más fácilmente a otra cosa.

Nadie te lo ha dicho, pero aprender a coser también implica aprender a desarrollar la paciencia. Para aquellas que tienen poca, es todo un desafío. El trabajo vale la pena. Cultivar la paciencia es una excelente manera de reducir el estrés. A través de esta actividad, se abren las puertas del desarrollo personal! Al perseverar, podrás coserte un pantalón y mantener la calma frente a situaciones que antes te harían elevar el tono de voz.

Os animo, mis queridos kiwis, a iniciar o continuar esta rica aventura.

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